lunes, 5 de noviembre de 2012

De Malos Jugadores y Malos Narradores


Muchas veces hemos criticado constantemente a los jugadores y a los narradores en distintos juegos de rol, pero creo yo que la verdadera responsabilidad es de quien dirige la mesa ya sea que lo llamen Master, Amo del Calabozo, Narrador o contador de Historias (este último bastante cursi y más propio de una comuna de los sesenta que de un juego de rol).

Puede Sonar extraño, pero a nivel personal he tenido muchas mesas y dirigido diferentes tipos de jugadores, algunos más extravagantes que otros, y muchos buenos jugadores como también los ha habido malos, esto me ha llevado a enfrentarme a diferente estilos de juego, y algunos retos extraños instaurados por las tradiciones que estos jugadores llevan cargando desde mesas atrás. De esta manera debemos aceptar que aunque el proceso de iniciación puede ser cansado, no existe nada mejor que una persona que juega por primera vez en una mesa, ya que esta tiene una mente fértil, que no ha sido abonada por estilos o tipos de reglas y narradores, lo cual nos da a los que dirigimos la oportunidad de sorprendernos más seguido con sus actuaciones.

Si somos objetivos con la anterior idea encontramos que todo mal jugador en principio debe tener de base un mal Narrador y hasta un mal grupo de jugadores, es cierto que existen personas que son malas y pobres en conciencia y en espíritu en la vida real y demuestran esto dentro del juego mas no podemos tampoco creer que todos los malos jugadores son así en la vida, de hecho puedo asegurar que casi todo mal jugador  que me he encontrado es producto de un mal narrador;

A continuación me preocupare por hacer una lista de los diferentes tipos de malos  jugadores con los que me he topado:

EL REGLERO: Es este jugador que se compro todos los libros, o los descargo y después con interés casi religioso decidió leerlos y aprender todas y cada una de las reglas con la única finalidad de poder encontrar vacios para dañar la partida del Narrador, es aquel que con una calculadora en manos calcula la dirección del viento que debe tener en contra un  dragón con la única finalidad de aprovechar esto para hacer un túnel de succión, un jugador capaz de contratar a un analista del comportamiento para poder crear una opción de posibles desviaciones en su alineamiento, sin que por ello se vea como una acción que atente directamente contra su personaje, este tipo repulsivo de jugadores se creen superiores aun a los propios narradores, convirtiendo el juego en una competencia de conocimiento más propia a una prueba de conocimiento para Abogados que a un hobby, critican las bases propias de los juegos que es la diversión y la imaginación y lo confinan aun dentro de la propia mente.

Este tipo de jugadores en su mayoría son larvas creadas por una madre mas tenebrosa y macabra que es el Narrador Reglero, este ultimo tipo vive alegre a pesar de saber que en su mesa limito la imaginación de sus jugadores a un conjunto de libros, su mesa es una lucha constante contra la creatividad, y no admite una idea que vaya mas allá de los limites dibujados por los propios libros que dicen Juegos de Rol y Fantasía   siendo esto último un titulo caduco y vacio. Estos Narradores o Masters justifican su obsesión transmitiéndosela a grupos de jugadores quienes propagan el convencimiento que la base del juego de rol esta en los libros y no en la imaginación, convirtiéndose en gente de grupos cerrados y menospreciativos que mas que divertirse parecieran urdir en como arruinar la diversión de los jugadores nuevos y de quienes no siguen sus arcaicos preceptos, jugadores que posiblemente al creer que solo se necesita saber las reglas para dirigir, puede optar por jugar dos veces aprender las reglas y después cometer la tontería de dirigir rol sin tener ninguna experiencia.

EL TRAIDOR: Este tipo de jugador, es un jugador que parece transmitiera su moral al juego, o creyera que todo está valido, le parece divertido robar a su propio grupo y meterlos en problemas, no tiene dificultades en vender como esclavo a cualquiera de los que se encuentra su lado y prefiere dejar a su amigo de aventuras morirse desangrado que darle una de las veinte pociones de curación que tiene en su poder. Un personaje tan patético que desde comienza el juego hasta el final solo está pensando en cómo meter en problemas a quienes tiene a su alrededor y de esta manera sabotear la aventura creada, o darle un final basado en la pobre moral de quien lleva ese personaje, bajo el pobre precepto de que asi el podrá ascender más rápido que los otros en el juego.

Este tipo de jugador es efectivo cuando se encuentra en la mesa del Narrador desinteresado, un tipo de narrador que jamás ve la opción de una aventura mayor con sus jugadores y espera que en cualquier momento se vayan, nunca crea aventura para más de dos sesiones y cambia de gente dentro del grupo como si se tratara de ropa interior, alguien que no fomenta el trabajo en grupo y antes le celebra las traiciones a sus jugadores, se ríe de estas y la premia, a veces este tipo de narradores tienen dentro de su mesa a un jugador consentido al que le permiten que haga todo lo que quiera en su mesa, a cambio de algunas prebendas en la vida real, ya sean sexo, comida, bebida o cualquier otra; en todo caso es un narrador que debe reevaluar su forma de dirigir juegos y no le haría daño volver a jugar como parte de un aprendizaje sobre el trabajo en equipo.

EL MENOSPRECIATIVO: Es un jugador que cree que el es un artista en su rol incomprendido, supone que el juego en su totalidad esta solo diseñado para él, y que la mesa no podrá continuar sin su aparición, es el autor de frases celebres tales como “que trabajo puede necesitar preparar el juego si es solo tirar unos dados”, o también el mismo que cuando nada le sale como quiere dice “ pues cojo el arma y me mato” o mi personal favorita en esos casos “a mí no me molesten, lo que están haciendo acá no es rol, yo me retiro, porque yo en esto soy un artista” (si se lo preguntan esa ultima la escuche en una mesa en la que estaba jugando), estos jugadores lo único que son es un escudo humano para que los malos golpeen, pues nunca trabajan por nada, quieren les den todo y menosprecian a sus jugadores compañeros.


Este tipo particular de jugador es el producto del narrador Angustiado, aquel que se preocupa en exceso por sus jugadores, no digo que eso este mal, pero cuando la preocupación cambia por la alcahuetería genera malestar, y malos jugadores, personas que tratan por todo modo resaltar por encima de sus compañeros sin haber hecho nada que lo merezca, todo gracia a que un Narrador no fue capaz de aguantar una crítica en su contra, y su juego es un constante miedo a la desaprobación del jugador , una desaprobación que puede no esgrimir una causa lógica para existir.

EL JUGADOR SUPERPODEROSO: 

Bueno este jugador existe a veces en convivencia parasitaria con el reglero, pues existe el que siendo reglero y a punta de vacios se dio todo el poder del mundo. Pero existe otra clase, una mas cínica y poco productiva, y es aquel jugador que por andar viendo películas en exceso y anime en cantidad; reta la lógica propia del juego (pues a pesar de que es un juego de fantasía maneja cierta coherencia, en caso de creer lo contrario por favor deje de jugar o dirigir, a los demás jugadores nos hará un favor) y realiza acciones como lanzarse de un risco esperando con una cuerda lograr atarse un nudo en su cintura para después lanzarla contra la rama de un árbol que espera encontrar, pues jamás verifico que existiera y de esta forma caer ileso, o como me sucedió con un jugador que era un Paladin empezando quien decidió quedarse de rodillas orando en frente de un demonio esperando su Dios derrotara al demonio por él, entiendo lo de las ayudas divinas, pero creo que el Dios le dio poderes para pelear, pues si quiere que solo le recen puede internarse en un monasterio, como consecuencia de estos actos encontramos dos opciones, que el jugador logre su objetivo (que solo e probable si se acolita la tontería) o que el Demonio tenga carne de paladín en salmuera para el invierno.

Esto es culpa del Narrador consentidor, un narrador que siente como un Tabú prohibido el matar a los personajes de sus jugadores, pues le preocupa que eso sea su falla, por esto les tupe de ayudas de última hora por medio de dioses, Ángeles, vampiros y agentes de aduana, los cuales aparecen por doquier con el letrero de niñeros en el pecho y combaten las peleas de estos grupos, los cuales malacostumbrados creen que son lo mejor por culpa de dicho narrador, quien sin excusa crea en su grupo pereza creativa y crea un juego que debería tener como titulo los chicos superpoderosos.

EL JUGADOR PARANOICO: Este jugador esta desilusionado del juego, menosprecia su capacidad y cada vez que juega a pesar de divertirse cree que el Narrador está tramando algo en su contra, siempre está tratando de espiar a sus compañeros y nunca le cree a nadie un jugador que cree que le miente quien le encarga la misión, el clérigo de la villa, la dueña de la taberna, su mamá y hasta el resultado del dado, es un jugador excesivamente cauto quien a pesar de todo es el más pasable de todos  los nombrados.
Este jugador es producto de la clase más baja y vil de Narradores, este es el NARRADOR MALVADO, un narrador que cree que una sesión de rol divertida es aquella en la que los personajes de sus jugadores mueren, se mutilan y se hacen operaciones de cambio de sexo, un Narrador que hace que sus enemigos lancen con sus arcos espadas vorpales, pero que si sus jugadores lo superan curiosamente el tesoro del enemigo eran tres monedas de oro y una poción porque todo hasta la espadas se destruyeron misteriosamente. Este tipo de Narrador se reúne con otros de su calaña pensando como exterminar a sus jugadores, pasa la noche creando mapas con trampas en cada cuadro donde la más sencilla es una esfera de desintegración y la más complicada  destruye el mundo, es un Narrador malvado que compensa sus deficiencias mentales con la maldad, pensando que es bueno narrando por que mata a sus jugadores ocultándoles una verdad absoluta y es que dichas aventuras tan complicadas y continuas es porque él jamás ha podido crear un mundo estructurado y necesita cubrir esa falta que solo evidencia su falta de imaginación.

Bueno tenemos un tipo ultimo de jugador que es el distraído, sobre este no hablare mucho pues es solo alguien que no puede concentrarse en el juego, lo cual es culpa directa del Narrador quien no hace respetar su mesa o no impone límites a lo que sucede en ella.

Estos son los principales dolores de cabeza que he podido observar en los juegos de rol, yo en muchas mesas he actuado como Narrador y en muchas otras como Jugador, por esto creo que es responsabilidad de los que Narramos y enseñamos poder guiar a los jugadores, no tener miedo de expulsar a alguien de un juego, como tampoco de admitir un error, las sesiones de rol son bastante relajantes y debemos procurar que sea una actividad divertida para todos, dirigir a un jugador novato debe ser un placer en el que participen todos los de la mesa en la que él se encuentra.

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