
Muchas veces hemos criticado
constantemente a los jugadores y a los narradores en distintos juegos de rol,
pero creo yo que la verdadera responsabilidad es de quien dirige la mesa ya sea
que lo llamen Master, Amo del Calabozo, Narrador o contador de Historias (este último
bastante cursi y más propio de una comuna de los sesenta que de un juego de rol).
Puede Sonar extraño, pero a
nivel personal he tenido muchas mesas y dirigido diferentes tipos de jugadores,
algunos más extravagantes que otros, y muchos buenos jugadores como también los
ha habido malos, esto me ha llevado a enfrentarme a diferente estilos de juego,
y algunos retos extraños instaurados por las tradiciones que estos jugadores
llevan cargando desde mesas atrás. De esta manera debemos aceptar que aunque el
proceso de iniciación puede ser cansado, no existe nada mejor que una persona
que juega por primera vez en una mesa, ya que esta tiene una mente fértil, que
no ha sido abonada por estilos o tipos de reglas y narradores, lo cual nos da a
los que dirigimos la oportunidad de sorprendernos más seguido con sus
actuaciones.
Si somos objetivos con la
anterior idea encontramos que todo mal jugador en principio debe tener de base
un mal Narrador y hasta un mal grupo de jugadores, es cierto que existen
personas que son malas y pobres en conciencia y en espíritu en la vida real y demuestran
esto dentro del juego mas no podemos tampoco creer que todos los malos
jugadores son así en la vida, de hecho puedo asegurar que casi todo mal
jugador que me he encontrado es producto
de un mal narrador;
A continuación me preocupare
por hacer una lista de los diferentes tipos de malos jugadores con los que me he topado:
EL
REGLERO: Es este jugador que se compro todos los libros, o los
descargo y después con interés casi religioso decidió leerlos y aprender todas
y cada una de las reglas con la única finalidad de poder encontrar vacios para
dañar la partida del Narrador, es aquel que con una calculadora en manos
calcula la dirección del viento que debe tener en contra un dragón con la única finalidad de aprovechar
esto para hacer un túnel de succión, un jugador capaz de contratar a un
analista del comportamiento para poder crear una opción de posibles desviaciones
en su alineamiento, sin que por ello se vea como una acción que atente
directamente contra su personaje, este tipo repulsivo de jugadores se creen superiores
aun a los propios narradores, convirtiendo el juego en una competencia de
conocimiento más propia a una prueba de conocimiento para Abogados que a un
hobby, critican las bases propias de los juegos que es la diversión y la imaginación
y lo confinan aun dentro de la propia mente.
Este tipo de jugadores en su
mayoría son larvas creadas por una madre mas tenebrosa y macabra que es el
Narrador Reglero, este ultimo tipo vive alegre a pesar de saber que en su mesa
limito la imaginación de sus jugadores a un conjunto de libros, su mesa es una
lucha constante contra la creatividad, y no admite una idea que vaya mas allá
de los limites dibujados por los propios libros que dicen Juegos de Rol y Fantasía
siendo
esto último un titulo caduco y vacio. Estos Narradores o Masters justifican su obsesión
transmitiéndosela a grupos de jugadores quienes propagan el convencimiento que
la base del juego de rol esta en los libros y no en la imaginación, convirtiéndose
en gente de grupos cerrados y menospreciativos que mas que divertirse
parecieran urdir en como arruinar la diversión de los jugadores nuevos y de
quienes no siguen sus arcaicos preceptos, jugadores que posiblemente al creer
que solo se necesita saber las reglas para dirigir, puede optar por jugar dos
veces aprender las reglas y después cometer la tontería de dirigir rol sin
tener ninguna experiencia.
EL
TRAIDOR: Este tipo de jugador, es un jugador que parece
transmitiera su moral al juego, o creyera que todo está valido, le parece
divertido robar a su propio grupo y meterlos en problemas, no tiene
dificultades en vender como esclavo a cualquiera de los que se encuentra su
lado y prefiere dejar a su amigo de aventuras morirse desangrado que darle una
de las veinte pociones de curación que tiene en su poder. Un personaje tan patético
que desde comienza el juego hasta el final solo está pensando en cómo meter en
problemas a quienes tiene a su alrededor y de esta manera sabotear la aventura
creada, o darle un final basado en la pobre moral de quien lleva ese personaje,
bajo el pobre precepto de que asi el podrá ascender más rápido que los otros en
el juego.
Este tipo de jugador es
efectivo cuando se encuentra en la mesa del Narrador desinteresado, un tipo de narrador
que jamás ve la opción de una aventura mayor con sus jugadores y espera que en
cualquier momento se vayan, nunca crea aventura para más de dos sesiones y
cambia de gente dentro del grupo como si se tratara de ropa interior, alguien
que no fomenta el trabajo en grupo y antes le celebra las traiciones a sus
jugadores, se ríe de estas y la premia, a veces este tipo de narradores tienen
dentro de su mesa a un jugador consentido al que le permiten que haga todo lo
que quiera en su mesa, a cambio de algunas prebendas en la vida real, ya sean
sexo, comida, bebida o cualquier otra; en todo caso es un narrador que debe
reevaluar su forma de dirigir juegos y no le haría daño volver a jugar como
parte de un aprendizaje sobre el trabajo en equipo.
EL
MENOSPRECIATIVO: Es un jugador que cree que el es un artista
en su rol incomprendido, supone que el juego en su totalidad esta solo diseñado
para él, y que la mesa no podrá continuar sin su aparición, es el autor de
frases celebres tales como “que trabajo puede necesitar preparar el juego si es
solo tirar unos dados”, o también el mismo que cuando nada le sale como quiere
dice “ pues cojo el arma y me mato” o mi personal favorita en esos casos “a mí
no me molesten, lo que están haciendo acá no es rol, yo me retiro, porque yo en
esto soy un artista” (si se lo preguntan esa ultima la escuche en una mesa en
la que estaba jugando), estos jugadores lo único que son es un escudo humano
para que los malos golpeen, pues nunca trabajan por nada, quieren les den todo
y menosprecian a sus jugadores compañeros.

Este tipo particular de
jugador es el producto del narrador Angustiado, aquel que se preocupa en exceso
por sus jugadores, no digo que eso este mal, pero cuando la preocupación cambia
por la alcahuetería genera malestar, y malos jugadores, personas que tratan por
todo modo resaltar por encima de sus compañeros sin haber hecho nada que lo
merezca, todo gracia a que un Narrador no fue capaz de aguantar una crítica en
su contra, y su juego es un constante miedo a la desaprobación del jugador ,
una desaprobación que puede no esgrimir una causa lógica para existir.
EL
JUGADOR SUPERPODEROSO:

Bueno este jugador existe a veces en convivencia
parasitaria con el reglero, pues existe el que siendo reglero y a punta de
vacios se dio todo el poder del mundo. Pero existe otra clase, una mas cínica y
poco productiva, y es aquel jugador que por andar viendo películas en exceso y
anime en cantidad; reta la lógica propia del juego (pues a pesar de que es un
juego de fantasía maneja cierta coherencia, en caso de creer lo contrario por
favor deje de jugar o dirigir, a los demás jugadores nos hará un favor) y
realiza acciones como lanzarse de un risco esperando con una cuerda lograr
atarse un nudo en su cintura para después lanzarla contra la rama de un árbol que
espera encontrar, pues jamás verifico que existiera y de esta forma caer ileso,
o como me sucedió con un jugador que era un Paladin empezando quien decidió quedarse
de rodillas orando en frente de un demonio esperando su Dios derrotara al
demonio por él, entiendo lo de las ayudas divinas, pero creo que el Dios le dio
poderes para pelear, pues si quiere que solo le recen puede internarse en un monasterio,
como consecuencia de estos actos encontramos dos opciones, que el jugador logre
su objetivo (que solo e probable si se acolita la tontería) o que el Demonio
tenga carne de paladín en salmuera para el invierno.
Esto es culpa del Narrador
consentidor, un narrador que siente como un Tabú prohibido el matar a los
personajes de sus jugadores, pues le preocupa que eso sea su falla, por esto
les tupe de ayudas de última hora por medio de dioses, Ángeles, vampiros y
agentes de aduana, los cuales aparecen por doquier con el letrero de niñeros en
el pecho y combaten las peleas de estos grupos, los cuales malacostumbrados
creen que son lo mejor por culpa de dicho narrador, quien sin excusa crea en su
grupo pereza creativa y crea un juego que debería tener como titulo los chicos
superpoderosos.
EL
JUGADOR PARANOICO: Este jugador esta desilusionado del juego, menosprecia
su capacidad y cada vez que juega a pesar de divertirse cree que el Narrador está
tramando algo en su contra, siempre está tratando de espiar a sus compañeros y
nunca le cree a nadie un jugador que cree que le miente quien le encarga la misión,
el clérigo de la villa, la dueña de la taberna, su mamá y hasta el resultado
del dado, es un jugador excesivamente cauto quien a pesar de todo es el más
pasable de todos los nombrados.
Este jugador es producto de
la clase más baja y vil de Narradores, este es el NARRADOR MALVADO, un narrador
que cree que una sesión de rol divertida es aquella en la que los personajes de
sus jugadores mueren, se mutilan y se hacen operaciones de cambio de sexo, un
Narrador que hace que sus enemigos lancen con sus arcos espadas vorpales, pero
que si sus jugadores lo superan curiosamente el tesoro del enemigo eran tres
monedas de oro y una poción porque todo hasta la espadas se destruyeron
misteriosamente. Este tipo de Narrador se reúne con otros de su calaña pensando
como exterminar a sus jugadores, pasa la noche creando mapas con trampas en
cada cuadro donde la más sencilla es una esfera de desintegración y la más
complicada destruye el mundo, es un Narrador
malvado que compensa sus deficiencias mentales con la maldad, pensando que es
bueno narrando por que mata a sus jugadores ocultándoles una verdad absoluta y
es que dichas aventuras tan complicadas y continuas es porque él jamás ha
podido crear un mundo estructurado y necesita cubrir esa falta que solo
evidencia su falta de imaginación.

Bueno tenemos un tipo ultimo
de jugador que es el distraído, sobre este no hablare mucho pues es solo
alguien que no puede concentrarse en el juego, lo cual es culpa directa del
Narrador quien no hace respetar su mesa o no impone límites a lo que sucede en
ella.
Estos son los principales
dolores de cabeza que he podido observar en los juegos de rol, yo en muchas
mesas he actuado como Narrador y en muchas otras como Jugador, por esto creo
que es responsabilidad de los que Narramos y enseñamos poder guiar a los jugadores,
no tener miedo de expulsar a alguien de un juego, como tampoco de admitir un
error, las sesiones de rol son bastante relajantes y debemos procurar que sea
una actividad divertida para todos, dirigir a un jugador novato debe ser un placer
en el que participen todos los de la mesa en la que él se encuentra.
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